¿Has imaginado tu vida sin los MALESTARES que “normalmente” nos aquejan a las mujeres?

 

 Si has respondido “Sí” a esta pregunta, estás en el lugar correcto. Me llamo Liliana Arroyo Melchor, soy Licenciada en Acupuntura Médica y Rehabilitación Integral, certificada como Acupunturista Internacional por parte de la World Federation of Chinese Medicine Societies, he realizado investigación en acupuntura en el área de Gineco-obstetricia. Además, soy la única Doula en México que utiliza la acupuntura manual y electroacupuntura para la inducción de parto y disminución del tiempo de trabajo de parto.

En este espacio te compartiré información sobre todas estas incógnitas que nos aquejan a las mujeres y dudas que surgen en el día a día. Como mencione al principio, soy acupunturista y mi principal objetivo es resolver tus dudas, pero sobre todo, tus problemas.

Lo más común, es que pensemos que al momento de menstruar, estar embarazadas, pasar por el climaterio o la menopausia es normal sentirnos “mal”.

 Y es que, en cada etapa de nuestras vidas, ¡si no es una cosa es otra!. Si te das cuenta y analizas nuestras etapas de la vida, la mejor es nuestra niñez, ya que es la etapa en la que tenemos más felicidad, libertad y nos sentimos ¡¡invencibles!!, pero todo cambia cuando llega la “menstruación”.

A pesar de todo lo que nos espera -y que desconocemos porque no lo hemos vivido-, es el momento más esperado por nosotras, es el momento en que dejamos de ser niñas para convertirnos en “señoritas”, sin embargo aunque es un proceso con el cual dejamos la niñez atrás, también es el signo de malestar mensual por 4 o 6 días… y aparecen los cólicos, coágulos, falta de fuerza e incluso algunas de nosotras podríamos pasar esos días en cama.

La siguiente etapa: “el embarazo”. Como opinión muy personal -a pesar de no haber sido madre todavía- pienso que es la experiencia más hermosa de nuestras vidas. Si te detienes a pensar un poco en esto que te comento te darás cuenta de lo que hablo y estoy completamente segura que no es necesario ser madre para entender  lo que te digo: Tenemos la capacidad de dar vida a un ser humano y ése ser humano tendrá una parte de ti y de la persona que amas y con la que compartes tu vida, nuestro cuerpo es tan sabio, la naturaleza es tan sabia y sobre todo Dios es tan sabio que nos dió esa capacidad para dar vida y crear un vínculo tan sagrado con otro ser. Pero dentro de todo lo hermoso que puede ser traer nueva vida al mundo, también existen malestares que conlleva el embarazo, esos síntomas que nos dan la señal de estar embarazadas y que supuestamente son “normales” durante 9 meses.

Pero ahí no termina todo, seguimos con la siguiente etapa que es la más esperada, lo que más anhelas durante los 9 meses que tuviste que esperar para conocer a tu bebé, por fin llega ese momento tan esperado, “el parto” pero se ve un poco -por no decir bastante- nublado por los dolores de esas contracciones, esos dolores que sientes que te van a romper en mil pedazos, pero en algún momento piensas que no importa porque el resultado es lo esperado, porque sabes que después de esos dolores no sentirás nada, porque habrá valido la pena, porque cualquier sacrificio es poco con tal de tener a tu bebé en tus brazos.

En otros casos, prefieres tomar la decisión de practicarte una cesárea, ya que es mas rápida y menos dolorosa, situación un poco cuestionable porque te olvidas que finalmente es una herida que necesita cuidados para evitar problemas y que dura por lo menos 15 días más en sanar, no poder realizar varias actividades y muchas cosas más.

Lo anterior, tomando en cuenta el estado emocional de cada etapa ( estrés, preocupación, ansiedad, miedo). Ahora que también está la otra parte, la mujeres que no logran quedar embarazadas y se cuestiona muchas cosas como:¡¿por qué no puedo embarazarme?! ¡¿habrá algo mal en mi?! ¡¿estoy haciendo algo mal?! has buscado todas las respuesta y no las has encontrado, porque físicamente estás bien y aun así ¡no funciona!, o te confirman que tienes un problema médico como: miomas o procesos hormonales que impiden que te embaraces y para remediarlos te tienes que someter a tratamientos hormonales o con anticonceptivos que impiden que te embaraces y se vuelve un círculo vicioso.

Y por último y no menos importante, la etapa más temida por todas las mujeres, porque es el signo de envejecimiento y malestar, ”el climaterio y menopausia”, todo el tiempo te puedes sentir mal,  tener cambios de humor, sudoraciones espontáneas, limitaciones físicas, emocionales y alimenticias, sueño interminable o peor aún, insomnio.

Con esta etapa terminamos la descripción de malestares que aquejan cada etapa, algunos más soportables que otros o mejor, unos con mejor final que otros.

Ahora te voy a decir algo que a lo mejor no me vas a creer y espero que no sea así o que al menos me des el beneficio de la duda…

…¿Preparada?…

Para ser sincera todo o casi todo lo que te he contado no debería y -mucho menos- “debe de” ser así. Claro son procesos fisiológicos, o sea, procesos naturales, nuestro cuerpo es como un reloj, él sabe en qué momento nos toca pasar por cada etapa y no hay quién nos salve a excepción del embarazo que por decisión propia o un impedimento de tu cuerpo no es posible, pero las demás van a estar ahí.

 Aún así, no deberíamos ni debemos sentirnos mal ante un proceso meramente fisiológico, un proceso para el cual nuestro cuerpo está capacitado naturalmente, sin tener que hacer todo un ritual para dormir, para llevar nuestra vida normal en términos generales, no debería ser algo que nos impida ser felices o llevar una vida plena, sin mal humor o sorpresitas en el día. Con todo esto quiero decirte que ¡NO ES NATURAL SENTIRNOS MAL EN TODAS ESTAS ETAPAS! ¡NO ES NATURAL TENER CÓLICOS! ¡NO ES NORMAL TENER CUÁGULOS! ¡NO ES NATURAL SENTIRNOS MAL, SUDOROSAS Y CON CAMBIOS DE HUMOR!

Y no sé cuál sea tu experiencia, pero en mi opinión personal  y sobre todo, experiencia profesional la Acupuntura ha demostrado tener efectos sumamente positivos y benéficos. De lo cuál hablaré más adelante en otro Post. 

Me atrevo a decirte que tenemos una solución natural, sin medicamento, sin tratamientos costosos. Yo te confieso que estoy completamente convencida que la solución a muchos de estos problemas es la acupuntura y no sólo porque la practico, si no porque he tenido la oportunidad de experimentar los beneficios que nos proporciona esta terapéutica.

Hemos obtenido grandes resultados que nos abren el panorama y sobre todo las opciones para ayudar a otras mujeres. Lo mejor de todo es que nos brinda soluciones a corto, mediano y largo plazo, favoreciendo la respuesta de nuestro cuerpo. 

 AHORA CUÉNTAME EN MIS REDES SOCIALES : ¿Tienes alguno de éstos problemas que mencioné?…. 

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